miércoles, 5 de septiembre de 2012

Regreso de la normalidad meteorológica acompañado de unas puestas de sol espectaculares

Después de unos días en los cuales las lluvias han sido la tónica dominante en las islas, poco a poco las nubes de convección han ido perdiendo fuerza ya que las condiciones atmosféricas van cambiando a su estado habitual para lo que es el solsticio de verano en el que nos encontramos.

Al irse retirando poco a poco este tiempo inestable representado por nubes de evolución que llevan asociada la posibilidad de lluvias, el buen tiempo ha ido imponiéndose y en los tres últimos días, las estampas de puesta de sol han sido estupendas, gracias sobretodo a la confluencia de condiciones atmosféricas que hemos tenido estos días y que tras el paso de tormentas que llevan asociadas lluvias y fuertes vientos, la atmósfera quedó limpia y dejando así una gran visibilidad. Así pues, una primera puesta de sol fue tomada desde la zona de Bahía Azul en pleno oeste de la isla, donde salieron unas tomas geniales.



Mezcla de los colores que proporcionan los últimos rayos de sol y que las nubes coloreadas por los rayos son reflejadas a la vez en el mar.


Cuando al sol le quedaban minutos para ponerse, las pequeñas nubes (Estratocúmulos) debido a su posición respecto a la puesta de sol, dispersaron los rayos de sol creando un abanico de rayos que se puede observar en las fotos muy bonito.



En otra ocasión se podían ver como nubes de evolución intentaban desarrollarse durante el crepúsculo en el interior de la isla (un sitio muy habitual de formación de nubes de tormenta, pero sobretodo a primeras horas de la tarde con la entrada de los vientos de origen marino, conocido como embat) , pero no crecieron más allá de lo que se ve en la fotografía debido a que los mecanismos de formación resultaron insuficientes, fragmentándose definitivamente.



Finalmente, el otro día con la mejora del tiempo, donde los claros eran ya más abundantes,  nos acercamos a un mirador muy bonito y emblemático de la isla, como es el mirador de Sa Foradada que nos ofreció una de las puestas de sol más espectaculares que haya visto nunca representada sobretodo por nubes medias que a medida que se ponía el sol, éstas iban enrojeciéndose y tomando una forma muy curiosa.






Al final, el encendido color de determinadas nubes por su base, dejó oscurecidas otras que se encontraban por encima de ellas, que junto con  la dispersión de Rayleigh, originaron un efecto de como si éstas tuvieran cuerpo y grosor con una base totalmente enrojecida.

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